Esta claro verdad? hablamos de la maratón, de la prueba reina de la ruta y que en los últimos años ha ganado un protagonismo especial.
Con el auge del running, de las carreras en ruta, los organizadores de grandes eventos se han dado cuenta que la inversión (por desgracia, o no) debe de hacerse en estas parcelas, los moneys se van para ellas y son las grandes maratones comerciales las que se llevan la palma.
Londres, Amsterdam, Rotterdam, Dubai, Chicago, Boston, París, Berlín... a todos los amantes del atletismo en Ruta nos suenan estas capitales verdad, y es que en ellas se corren algunos de los maratones mas rápidos del mundo.
Las maratones mas importantes centran también la atención de las grandes figuras del fondo mundial, los Africanos y mas concretamente de los poderosos Etiopes y Kenianos que ven en ellas una forma de sacarse una suculenta bolsa en fijos de salida premios y bonus por batir determinadas marcas.
Desde hace un tiempo hacia aquí para todos estos atletas del cuerno de África, situarse en la linea de salida de una de estas pruebas supone una lucha, no por la victoria ni contra sus rivales, sino contra el reloj.
Parciales y ritmos de vértigo impuestos por liebres que corren a pasos endiablados en pos de llevarse ellos también parte del pastel por conseguir que estos portentos atléticos logren registros al alcance de muy muy muy pocos, y es que son muy pocos los que lo logran.
El perfil del Maratoniano de Élite ha cambiado mucho, fruto, obviamente de todo lo escrito anteriormente, y es que el dinero marca el camino de todo, o de casi todo. Los atletas no se forman en la pista, subiendo paulatinamente de distancia, pensando en mundiales y Olimpiadas y soñando con llevar la camiseta de tu país en eventos que cada 2 o 4 años encumbran a los mejores del mundo.
Ahora correr una buena maratón cada año puede suponer ganar el sustento para los 365 días y eso los jóvenes y ambiciosos hombrecillos de estas regiones Africanas lo saben.
Cada vez mas jóvenes y con menos formación en la pista dan el salto a la prueba reina, su potencial es abrumador y enseguida se adaptan a la perfección a la prueba, la resistencia y la adaptación se fragua con palizas casi diarias de unos 40 kilómetros repartidos en dos sesiones para sumar unos 240 kilómetros semanales, con un fin, un solo objetivo,poder correr los 42 kilómetros y 195 metros lo mas rápido posible, y es que ganar la reina de las pruebas en ruta y hacerlo con un récord mundial es un regalo que desenvuelven en sus sueños mas profundos, un regalo que los catapultará a la fama y élite mundial, es el regalo que buscan que desean y añoran, pero es el mejor regalo que un fondista puede buscar, o es un regalo envenenado?
Correr a paso de récord mundial estas distancias y entrenarlas puede no ser lo mejor para un atleta de élite y es que repasando la trayectoria de los últimos recordmans mundiales de la Maratón nos vamos a encontrar con una curiosa situación.

Tras la espectacular hazaña, los petrodolares llamaron ala puerta del pequeño Etíope en el 2009 y la organización de Dubai le contrato para que en su maratón corriera por debajo de su marca, a pesar de que Haile salió a un paso que le llevaría a rebajar su récord mundial en casi 1´ no pudo con el ritmo y se hubo de conformar con la victoria con un crono de 2h05:29, Regresaría al año siguiente también a Dubai donde ya no sería capaz de correr por debajo de las 2h06 (2h06:09). Su última Maratón concluida fue la Tokio en el 2012, en el que fue su intento de ganarse una plaza para los JJOO de Londres y donde la fortuna no le sonrió y terminó la prueba en 2h08:17.

Patrick Makau, debutaba en la prueba en el año 2009 en Rotterdam con un buen registro de 2h06:14, Al año siguiente corría nuevamente en la ciudad Holandesa en 2h04:48 y comenzaba a deslumbrase en el Keniano la gran figura que el mismo añoraba ser en el fondo en Ruta mundial.
2011 seria el año de su consagración, Compartía linea de salida con el mismísimo "Gebre", Makau, ambicioso y con hambre de éxito. Reventó literalmente al genio Etíope a la altura del kilómetro 28 de la prueba para marcarse en solitario y firmar un nuevo récord mundial en la distancia 2h03:38. Sin embargo tras su récord mundial Makau se apagó, Frankfurt en el 2012 (2h06:08), Londres en el 2013 (2h14:10) y Fukuoka en el 2014 (2h08:22) y 2015 (2h08:18) fueron sus siguientes Maratones terminadas, muy lejos de su estratosférico registro.
Wilson Kipsang recogió el testigo de su compatriota Makau.

Desde entonces 3 participaciones en Londres, la primera de ellas en el 2104 logrando el récord de la prueba con 2h04:29 en la que sería su última gran victoria, en el 2015 fue superado por su Eliud Kipchoge y terminó segundo con 2h04:44, en esta última edición su rendimiento fue aún mas pobre y se hubo de conformar con una discreta marca de 2h07:52
Fuera de las maratones comerciales, en las Olimpiadas del 2012 sumó una pequeña decepción al ver como no era capaz de lograr la medalla de Oro en la Maratón, su gran objetivo. Intentó romper la prueba antes de la media maratón y fue cazado en los tramos finales para ser relegado al tercer puesto del cajón.
La última víctima de este regalo envenenado que es el récord mundial es el Keniano Dennis Kimetto.
Este portentoso atleta, cazador de topos de profesión y que decidió correr grandes pruebas para ganar dinero para su granja debutó en Berlin en el 2012 con 2h04:16.

Tras su exhibición en la capital Alemana se agotaron los calificativos para hablar de la figura del afilado Keniano, sobre todo, la pregunta era ver hasta donde podría llegar.
Sin embargo Kimetto no volvió a mostrar ese enorme potencial en ninguna de sus siguientes pruebas, un tercer puesto en Londres en el 2015 con 2h05:50 y un muy pobre registro (2h11:44) en esta última edición celebrada hace escasas fechas, unidos a un par de abandonos dejan muy a la deriva el enorme potencial exhibido en las calles Alemanas hace ya un par de años.

La tendencia que empuja a los mejores especialistas del mundo a correr cada vez mas rápido, cada vez mas por encima de lo que el ser humano pare ser capaz de soportar en busca de unos registros cada vez mas cercanos a las 2 horas parece que acaba de forma prematura con la carrera de las grandes figuras.
Puede que correr a esos ritmos los 42 kilómetros y 195 metros suponga un estrés para el organismo que produzca dificultades a la hora de recuperarse, puede que preparar específicamente un asalto al récord mundial de esta prueba produzca un desgaste muscular y una saturación metabólica tan grande que dificulte que el deportista pueda volver a rendir en idénticas versiones, o puede, sencillamente, que el récord mundial de maratón sea solo un regalo envenenado.
Veremos si Kipchoge, Bekele, Kamworor o Muchiri quieren sacar el lazo del regalo en las próximas fechas